Thank God it's finally Friday!
Mi alma glorifica al Señor, mi Dios, gózase mi espíritu en mi Salvador. El que lleve toda la semana renegando de su Santo Nombre no cuenta: hoy es viernes. Además no es un viernes cualquiera, porque hoy celebramos el cumpleaños de la Pepita, mi ilustre suegra, por lo que saldré de este sitio de abominación una hora antes. Si encima nos invita a cangrejote (buey de mar para los amigos) es probable que hoy alcance el Satori...
Mis suegrecitos, a quienes el Protector de Todas las Criaturitas guarde muchos años, tienen muchos defectos, como todo el mundo. Pero, Alá sea loado, tienen una virtud que compensa cualquier pequeña imperfección: son sumamente generosos. Añádase a esto que guardan celosamente los más deliciosos secretos: recetas de familia de las que se cuchichean sotto voce al oído del descendiente directo (o sea, Jatomuxi); panaderías artesanas que hacen "pan para comer en las fiestas"; pastelerías de dioses; fruterías dignas del paladar del Ángel Exterminador; restaurantes que no salen en Internet... Podría seguir así toda la tarde.
Tengo que decir aquí que mi maravillosa tortilla de patatas es una imitación rudimentaria de la que hace Pepita. Todavía no he conseguido ese puntito, pero estoy en ello. En cuanto al cocinillas de Don Jesús, ni me atrevo a intentar emularlo. Eso me recuerda que ya se nos han acabado las (exquisitas) croquetas de cebolla...
Y es que el secreto de las cosas ricas está en los buenos productos, y en la sencillez de la elaboración. Siempre hay que desconfiar de las cosas que llevan muchas salsas o exceso de especias. Por ejemplo, la ternera. Sí, las albóndigas no están mal, las hamburguesas de vez en cuando, el estofado según quién lo haga... Pero como está más buena la carne de ternera es fileteada y a la piedra, con sal gorda. Tiene Don Jesús una que es como escamillas finas de sal, que se disuelve en un amén y es ideal de la muerte para los chuletones. Cuesta 6 € (1.000 pts.) el medio kilo de sal. Pero merece la pena, porque cunde un montón.
Así que se comprenderá perfectamente que esté exultante de gozo pascual ante la perspectiva del marisquito y el vinito blanco frío. Porque conozco bien cómo las gastan...
Postdatum: En ningún momento ha de tomarse este post como peloteo a los suegros. Todo lo dicho aquí es rigurosamente cierto y comprobable.
Escuchando: Senza una Donna (Zucchero Fornacciari)
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